ANGEL MAURICIO RIVAS FUNES

jueves, 17 de agosto de 2017

LA DEMOCRACIA Y LA PAZ LUEGO DE LA GUERRA EN EL SALVADOR (SEGUNDA PARTE)

Veinticinco años desde el final del conflicto y en un ambiente de convivencia pacífica entre las fuerzas políticas, esta evidente que uno de los principales problemas es la incapacidad para lograr acuerdos entre los políticos en pro de todos los Salvadoreños por buscar solo sus propios intereses, donde los partidos de izquierda y derecha que al conocer el origen de esos términos, estos solo tienen esos calificativos para distinguirse entre ellos que al final solo son grupos de poder que buscan intereses partidarios nada mas no importando la realidad de los ciudadanos y quedando más aun en desventajas si no pertenecen al partido que gobierna al privarles de sus derechos por la simpleza de no estar afiliado al partido en el ejecutivo o gobierno, de ahí se refleja que no hay gobierno para todos o para la gente como lo gritan en sus campañas políticas antes de las elecciones y estos ya en el poder demuestran la realidad que no hay igualdad o democracia para todos. A pesar de reconocer las debilidades y los grandes avances desde La firma de los acuerdos de paz, se coincide en que hay cierto estancamiento en el diálogo político y no están ofreciendo soluciones negociadas y completas a los problemas del país. Ante una realidad sin esperar que los políticos busque soluciones al saber según de las ultimas encuetas que arrojan respuestas de la credibilidad que la gente tiene para los partidos políticos en el Salvador, donde claramente ya no hay confianza en los políticos por las debilidades y fracasos claros para gobernar el país y otros como malos opositores y para desmarcarlos más de crédito el involucramiento de en la corrupción desenfrenada y el involucramiento de estos políticos en hechos delictivos, terroristas y narcotráfico. Por todo esto los salvadoreños están buscando la forma de seguir adelante sin confiar o esperar que los políticos puedan solucionar la problemática del país, y la población está demostrando que tienen muchas fortalezas que les impulsa a seguir adelante. Al reconocer el éxito del proceso de paz en El Salvador, no podemos olvidar que la consolidación de la paz es un proceso de largo plazo, que requiere abordar las causas profundas del conflicto. Es necesario que los beneficios tangibles de la paz se materialicen en la vida cotidiana de los ciudadanos. La atención a la desigualdad socioeconómica y los avances en la reforma de las instituciones de justicia frente a la inseguridad ciudadana son algunos de los retos que aún persisten a nivel nacional y regional. Veinticinco años después de la firma de los Acuerdos de Paz, la transición democrática en El Salvador sigue siendo ejemplo e inspiración para otros pueblos que sufren conflictos violentos alrededor del mundo, aunque los resultados no hayan sido favorables para los propios salvadoreños que se evidencia que aún a la fecha no se les han cumplido esos acuerdos como es el caso al cumplimiento de beneficios a los veteranos de guerra militares y a algunos de la guerrilla que en estos veinticinco años los gobernantes pasados y actuales les han robado sus beneficios y que los han engañado en promesas y promesas, pero no cabe duda de que El Salvador puede ahora seguir avanzando al afrontar los retos que todos conocemos, convirtiéndose también en un ejemplo de consolidación de la paz sin intervención de los políticos actuales. Ángel Mauricio Rivas Funes

LA DEMOCRACIA Y LA PAZ LUEGO DE LA GUERRA EN EL SALVADOR (PRIMERA PARTE)

Al recordar y estudiar los orígenes del conflicto armado en El Salvador y al descubrir la verdadera realidad de los promotores de la guerra y de todos los involucrados directa o indirectamente y al conocer la historia y apegada a la realidad de los logros o frutos que debió haber dejado el fin del conflicto armado da la oportunidad de reflexionar sobre las lecciones aprendidas, para la vida democrática en El Salvador que por el momento esa realidad aun esta en teoría sin ninguna practica real de la verdadera democracia que se debió haber ganado con la sangre derramada de civiles, guerrilleros y militares que murieron en el conflicto armado Salvadoreños que duro más de doce años y que finalizo con los acuerdos de paz firmados en Chapultepec México el 16 de enero de 1992 entre la guerrilla, militares, el gobierno, representantes de la sociedad civil y observadores internacionales. Desde que se dio el interés en gestionar la salida negociada del conflicto, por medio del diálogo, fueron muchos años de negociación y acuerdos que al final no se cumplían porque las partes involucradas rompían los acuerdos, el FMLN que representaba la guerrilla Salvadoreña exigía la transformación del sistema político y el reconocimiento de su liderazgo en las zonas que ya permanecían bajo su control. El gobierno, por su parte, exigía la deposición de las armas por parte de la guerrilla y la presentación a elecciones, sin la mínima intención de cambiar las reglas del juego democrático. Los partidos políticos PDC y ARENA, la guerrilla del FMLN, Fuerzas Armadas, movimiento popular, Iglesia y gobierno estadounidense fueron actores de primer orden en el largo proceso de transición a la democracia electoral salvadoreña. Cada uno respondiendo a sus propios intereses. Todo Salvadoreño que conoce la historia tiene el claro que los Acuerdos de Paz llamó la crítica de que las negociaciones que pusieron fin al conflicto y que no han resuelto los problemas del país, sin embargo, la firma de los acuerdos de paz no designaba a terminar con los problemas de la actualidad y que estos no deberían ser atribuibles a las negociaciones que dieron fin al conflicto entre las fuerzas de seguridad del estado y la insurgencia del FMLN, pero serían los modelos para reclamar y resolver los problemas de hoy por los valores destacados que implementarían mecanismos democráticos para la toma de decisiones política en El Salvador. Ángel Mauricio Rivas Funes